Los petroglifos de Pusharo

Paititi, la ciudad sagrada

Cuando, el 14 de agosto de 1921, el Padre dominico Vicente de Cenitagoya señaló por primera vez la presencia de misteriosos petroglifos en la selva del Madre de Dios, el descubrimiento pasó casi desapercibido. Sera necesario esperar cerca de medio siglo para que alguien se preocupara de nuevo de su existencia y los hiciera poco a poco salir de la sombra.


¿Una conexión con Pusharo?

Nicole y Herbert Cartagena, « Paititi, dernier refuge des Incas », ver la bibliografia
Nicole y Herbert Cartagena, « Paititi, dernier refuge des Incas », ver la bibliografia

En efecto, sólo es en julio de 1969 cuando un médico de Arequipa, Carlos Neuenschwander Landa, investigador apasionado de la ciudad mítica de Paititi, aterriza cerca del sitio en helicóptero, que las misteriosas figuras grabadas de Pusharo, o de Pantiacolla, volvieron de nuevo entonces a ocupar la escena.

Un año más tarde, en 1970, el Padre dominico Adolfo Torralba tomó una foto de la pared del Sector I-A para los archivos de los Misioneros Dominicos. Y en 1971, el fotógrafo francés Serge Debru, igualmente en busca de la ciudad mítica, los señaló a su turno, antes de desaparecer definitivamente con sus dos compañeros, George Puel y Bob Nicols, exterminados, según lo que se dice, por Kuga Pakuris. Se encontró unos años más tarde el reloj del fotógrafo en una comunidad nativa...

Varios años después, otro dominico, el Español Joaquim Barriales, apasionado de arte rupestre, realizó varios dibujos a partir de las fotografías de Torralba y los incluyó en la publicación que hizo en 1982 del trabajo del Alemán Christian Bües sobre los petroglifos de la cuenca superior e inferior del Urubamba, en la región amazónica del departamento de Cusco.

En 1978, los exploradores franco peruanos Nicole y Herbert Cartagena llegaron a Pusharo y descubrieron la existencia de una segunda pared. En su libro “Paititi dernier refuge des Incas” informan de su descubrimiento y de los trabajos importantes que realizaron durante varias semanas al pie de la pared principal.

Desde estos últimos años, el complejo arqueológico de Pusharo sale por fin de la sombra. (Foto: Thierry Jamin, enero de 2007)
Desde estos últimos años, el complejo arqueológico de Pusharo sale por fin de la sombra. (Foto: Thierry Jamin, enero de 2007)

Un año más tarde, Nicole y Herbert descubrían la pequeña ciudad agraria de Mameria, situada a unos cuarenta kilómetros al noroeste de Pusharo. El descubrimiento de Mameria marcó un cambio de dirección en la búsqueda de la ciudad de Paititi. Era la primera prueba material de la presencia permanente de los Incas en la selva amazónica peruana. Constituida de algunas casas hechas de piedras amontonadas rústicamente unas sobre otras, de estilo pirca, Mameria incluía unos quince kilómetros cuadrados de andenerías, cuyos productos estarían destinados a abastecer una ciudad mayor, situada en algún sitio en la selva...

Gregory Deyermenjian, durante de una de sus expediciones en busqua del Paititi. (Foto: Gregory Deyermenjian, 2004)
Gregory Deyermenjian, durante de una de sus expediciones en busqua del Paititi. (Foto: Gregory Deyermenjian, 2004)

En 1978, el cusqueño Fernando Aparicio Bueno, que recibió una condecoración de la famosa Fundación Rolex por sus méritos en su búsqueda de Paititi, visitó a su vez Pusharo y Carlos Neuenschwander Landa siguió yendo allí en sucesivas oportunidades durante los años setenta y ochenta.

Así como Thierry Jamin lo explica detalladamente en su libro dedicado a Pusharo (2007), este conjunto de figuras podría simbolizar la presencia, en alguna parte en el noroeste de los petroglifos, de un gran centro de población, como posiblemente fue Paititi. (Foto: Thierry Jamin, agosto de 2006)
Así como Thierry Jamin lo explica detalladamente en su libro dedicado a Pusharo (2007), este conjunto de figuras podría simbolizar la presencia, en alguna parte en el noroeste de los petroglifos, de un gran centro de población, como posiblemente fue Paititi. (Foto: Thierry Jamin, agosto de 2006)

Al principio de la década siguiente, el Americano Grégory Deyermenjian, acompañado de locales, de un guarda parque del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas(SERNANP), de tres Nativos machiguengas y del guía Santiago Yábar Calvo, visitó Pusharo en octubre de 1991, durante una expedición que seguía las huellas de Paititi, apoyada por el Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco. Este investigador de Boston busca la famosa ciudad sagrada de los Incas desde 1984. Durante sus diversas expediciones, visitó la ciudad de Mameria y publicó en Internet un sitio dedicado a sus investigaciones, acompañado de algunas fotografías de restos arqueológicos y artefactos encontrados durante sus diferentes viajes.

Desde estos treinta últimos años, otros numerosos exploradores, buscadores de tesoros y aventureros de toda índole, fueron a visitar Pusharo en busca de claves que les permitirían descubrir un día Paititi…

INFO

Nicole y Herbert Cartagena, "Paititi dernier refuge des Incas", Ed. Robert Laffont, Paris, 1981

 

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